Desde tiempos inmemoriales, el ser humano ha querido disponer de sustancias con las que se pretende excitar o estimular el apetito sexual. Los afrodisíacos han recorrido un largo camino histórico en el que, a veces, ha sido difícil separar el mito de la realidad. El autor del presente trabajo nos acerca a los orígenes de los afrodisíacos y su importancia en todas las culturas, además de revisar la realidad científica de aquellos productos reivindicados como .
El término «afrodisíaco» proviene de Afrodita, la diosa griega del amor. Sobre el nacimiento de esta deidad, que los romanos identificaron más tarde con la antigua diosa itálica Venus, se transmitían dos tradiciones distintas. Según una de ellas, Afrodita era hija de Urano, cuyos órganos sexuales amputados por su hijo Crono tras una encarnizada lucha cayeron al mar junto a las costas de Chipre. Una vez allí, los órganos cortados liberaron su esperma, que al ser agitado por las olas fertilizó la espuma marina y engendró a la diosa, la mujer nacida de la espuma o del semen del dios. En la otra tradición Afrodita nació de la unión entre Zeus y Dione y era, por tanto, no ya la hija de Urano sino su nieta. Homero ya había descrito a la diosa que surgió desnuda de la espuma del mar como la responsable de infundir el deseo en los dioses, los hombres y las fieras. Este siempre ha sido un tema de gran importancia saludos chavales..