Foro / Pareja

Acoso callejero a mujeres

Última respuesta: 3 de diciembre de 2017 a las 14:32
Z
ziyi_9663638
3/12/17 a las 12:45

Cuando era jovencita e iba con mis amigas, con algún familiar o directamente sola, me parecía gracioso que algún coche me pitase al pasar por mi lado o me gritasen un piropo desde el vehículo. Me sentía halagada, aunque me daba cierta vergüenza y jamás entraba en contacto con esos chicos, pero era algo que me sacaba una sonrisa (y si iba en grupito, todas nos quedábamos con la misma sensación, "habíamos ligado" y eso siempre sube los ánimos... e incluso llegábamos a sentir cierta "envidia" cuando gritaban a una concreta del grupo). 
Hoy en día, eso lo veo de muy mal gusto... no entiendo ¿cómo podía gustarme?
También ocurría cuando pasaba/pasábamos por delante de otros grupos de chicos o incluso de una obra... ¡y nos halagaba! Es más, incluso a veces pudiendo evitarlo yendo por la acerca de enfrente, pasábamos por delante haciéndonos las interesantes... cosas de crías, supongo.
A mí de joven me gustaba mucho llamar la atención. Cuando empezó la moda del perreo y yo salía con mis amigas a las fiestas de sus pueblos, me desmelenaba bailando... y claro, eran pueblos, y recuerdo a mis amigas que siempre me advertían con frases tipo "tía, contrólate un poco que aquí como bailes así, rápido te tachan de guarrindongui". ¡Y más lo hacía yo! Pues lo que digo, para bien o para mal, me gustaba atraer miradas. Tampoco estaba haciendo nada malo... simplemente divirtiéndome.
Recuerdo una anécdota en la que iba en tren con mis amigas, y empezamos a tener una charla un poco subidita de tono, sin bajar el volumen, "para hacernos las mayores" a oídos de quien nos escuchase. Cuando nos da por mirar al lado, había 3 hombres musulmanes de unos 30 y pico años (nosotras tendríamos 15-16), que nos miraban con sonrisa pícara... nosotras, al ver que teníamos público, nos crecimos y nos pusimos a exagerar más aún (recuerdo que llevábamos chucherías y empezamos a comérnoslas de una forma "sexy" a nuestro entender, muchas risas, etc). Cuando llegamos a nuestra parada, nos bajamos y estos señores vinieron detrás... empezaron a seguirnos y a chistarnos (eran como las 7 de la tarde y estaba oscuro, era invierno y no había mucha gente por la zona) y nosotras en ningún momento sen!@#*!s miedo. Al contrario, estábamos con el ego por las nubes por tener detrás de nosotroas a 3 hombres mayores. El caso que nos subimos a casa de una amiga y ahí terminó todo.
Eso lo pienso hoy y madre mía, lo que podría haber pasado... que poca cabeza tuvimos y que poco "sentido de supervivencia" para no ver el peligro.
Todo esto lo cuento porque son tonterías que se viven durante la adolescencia... que pasan sin pena ni gloria hasta que realmente te encuentras en una situación chunga y entonces cambia completamente tu visión sobre esos hechos que parecían no tener importancia, que incluso hasta "te gustaba" que ocurriesen.
Siendo más mayor, cuando un silvido por la calle ya no me hacía sentir "especial", cuando ya llevaba tiempo saliendo con chicos y era algo bastante normal para mí, no tenía tan idealizado el hecho de llamar la atención... resultó que un día que saqué a mi perro a pasear, me encontré con un señor de unos 40 y pico años sentado en un banco de la entrada del parque. Al pasar me saludó y yo por educación, le respondí el saludo. Sin más. Al día siguiente estaba otra vez ahí y ocurrió la misma operación, y al tecer día intentó darme conversación preguntándome por mi perro y yo, correctamente, le despaché. Cada vez que bajaba a mi perro al medio día, empecé a encontrarme a este señor paseando por la misma zona, de lejos me miraba y a veces si se aproximaba un poco y nuestras miradas se cruzaban, me sonreía. No le di mayor importancia hasta que empecé a verlo en el paseo de las noches también... y el señor me seguía por el parque durante toda la vuelta (con una mano sospechosamente dentro del bolsillo del pantalón... pero como guardaba cierta distancia, la luz era bastante pobre y yo me limitaba a mirarle por el rabillo del ojo, pues podían ser perfectamente imaginaciones mías, así que no me rayé con eso). Estuve como 2 semanas viéndole todas las noches, ya por las tardes no aparecía, pero bueno la calle es de todos... si al señor le apetecía pasear a la misma hora que yo bajaba al perro y seguir mi misma ruta ¿quién soy yo para prohibírselo? Hasta que una noche ya no sólo "me seguía" por el parque, sino que empezó a "seguirme" hasta mi casa. Yo intenté excusarlo con que tal vez vivíamos por la misma zona (aunque yo por el barrio nunca le había visto) de todos modos empecé a preparar las llaves varios metros antes de llegar al portal, porque algo de malrollo en el fondo me daba. Entré al portal, cerré de inmediato la puerta y subí escaleras arriba. Aprovechando que al día siguiente era finde, me fui a casa de mi por aquel entonces novio y le pedí quedarme unos días con él con la excusa de que tenía que estudiar y mis vecinos hacían mucho ruido... yo jamás conté el verdadero motivo a nadie, me daba como "vergüenza" (no sé muy bien si por no saber defenderme sola o por miedo a que pensasen que yo había ido provocando, quizás debido a mi pasado). El caso que me quedé una semanita en casa de mi novio y al volver, no volví a encontrarme jamás con este señor.
He tenido más situaciones de este tipo... ¿hasta dónde es real y hasta donde nos juega una mala pasada nuestra imaginación? Y en caliente, en el momento ¿cómo sabes cuando ha llegado la hora de correr? Porque yo siempre he excusado a la otra persona como excusaba a este tipo...
Por descontado decir que estas cosas no tendrían que pasar, pero pasan y una no sabe como actuar en esos momentos. Y siento impotencia por aceptar que la solución es huir en vez de poder plantar cara.

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ehuncococonpatas
ehuncococonpatas
3/12/17 a las 13:03

Supongo que tiene que ver con la madurez de cada una. Si una es adolescente, le sube el ego sentirse deseada. De más mayor, te das cuenta de que le das cuerda a un baboso puede ir a peor, pero vaya, que porque un tío te piropee no significa que te vaya a violar.

Z
ziyi_9663638
3/12/17 a las 14:32
En respuesta a ehuncococonpatas

Supongo que tiene que ver con la madurez de cada una. Si una es adolescente, le sube el ego sentirse deseada. De más mayor, te das cuenta de que le das cuerda a un baboso puede ir a peor, pero vaya, que porque un tío te piropee no significa que te vaya a violar.

Imagino que tienes razón y tiene que ver con la madurez.
Y claro, tampoco hay que ser extremistas con los piropos sin más. Aunque es algo que ahora lo veo de malgusto (el hecho de que me traten como un trozo de carne. Yo puedo pensar que un chico es atractivo y no por eso le grito para hacerle sentir incómodo. Creo que es mucho más "halagador" que te traten con respeto y si has llamado la atención de alguien, que se acerque a conocerte con educación).
Me refiero a esos casos donde el hombre u hombres en cuestión, te persiguen, con no sé qué propósito. Vuelvo a lo mismo que decía arriba: acércate de frente y con educación, o no hagas nada. Pero no vayas persiguiendo a la chica porque eso es muy creepy y ella tendrá ganas de todo menos de conocerte.

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