Buenos días a tod@s. A ver si me podéis echar una mano en este problemita que me ha surgido. Me llamo Marisol y tengo 38 años. Me casé hace 3 y mi marido me saca 10 años de diferencia. No creo que importe mucho, pero lo pongo para exponeros el contexto total de mi situación.
Ambos tenemos hijos de una relación anterior: él, un chico de 16 años que vive con nosotros y una niña de 14 que se quedó con su madre, y yo, dos niñas de 6 y 8 años que este mes de julio se la están pasando con su padre. Como tenemos un chalet de dos plantas bastante espacioso, nos podemos permitir el vivir todos juntos y no tenemos problemas de privacidad ni nada de eso. Al contrario, la casa se nos suele quedar grande. En ese aspecto no me puedo quejar.
Físicamente no es que sea una gran belleza, pero sí que soy bastante exuberante y aunque no quiera, mis curvas siempre van llamando la atención. Siempre ha sido así. Me gusta vestir a la moda, sexi, verme guapa y todas esas cosas que a las mujeres nos hacen sentirnos bien. ...
Bueno, la cosa es que hace ahora un par de semanas y por casualidad, descubrí a mi hijastro masturbándose en la guardilla que tenemos en la última planta. Yo había estado tomando el sol en el jardincito de la piscina que tenemos a la entrada de nuestra casa mientras hojeaba una revista y no sé por qué se me ocurrió subir a la última planta y ahí me encontré con toda la historia. Él no se dio cuenta y yo me hice la que no había visto nada. Y todo habría terminado ahí, si no es porque por la tarde, aprovechando que mi hijastro había salido con los amigos y yo estaba sola en casa, volví a subir a la guardilla a inspeccionar aquello.
Me encontré con que la silla en la cual había estado sentado daba directamente a la ventanilla de la terraza y esta, a su vez, a la parte del jardín en la cual me suelo colocar a tomar el sol. Y entonces ya me empecé a poner a mosca.
Me pico la curiosidad, y decidida como estaba a saber qué más había en todo ello, invadí su privacidad y me metí en su habitación. No sé por qué lo hice. Algo me decía que tenía que hacerlo. Y lo hice.
Sin necesidad de inspeccionar mucho, encontré cuatro piezas de ropa interior que me pertenecían, de las que hace mucho no sabía nada, al final de uno de sus cajones del armario (suelo ponerme tangas), mezcladas con las suyas propias. No estaban limpias ni mucho menos, A simple vista se veía que estaban resecas de semen, como si con ellas se hubiese limpiado después de eyacular. O como si hubiese eyaculado directamente sobre ellas. También encontré uno de los bikinis tipo tangas que me suelo poner cuando voy a la playa . Aunque este estaba intacto. Sin restos de semen ni nada por el estilo.
Buscando un poco más, en uno de los cajones de su escritorio, encontré dibujos y caricaturas de mi persona. Exagerados a la hora de plasmar la zona de mis pechos y mi trasero. Como la de esos comics japoneses que dibujan muchachas desproporcionadas. En todos sus dibujos salía en ropa interior y con los pechos al aire, tal cual me suelo poner cuando tomo el sol en el jardín o cuando bajamos al mar.
Ya que estaba, se me dio por mirar en su ordenador portatil. Pero en primera instancia no lo conseguí, porque me pedía la contraseña. Probé con varias a suerte y en todas me denegaban el ingreso. Hasta que puse mi nombre y dos palabritas más y ¡ta chán!, ya tenía el portatil a mi disposición. Fui directamente al buscador del equipo y probé nuevamente a poner mi nombre, y descubrí que habían varios archivos de imágenes con mi nombre como MariCulona, Mariputa, MariTetona o así. Abrí uno cualquiera, y luego otro y otro, y en todas aparecía tomando el sol en el jardín de nuestra casa, en bikinis tipo tangas y/o haciendo top less. También habían varias de cuando bajo a la playa con mi marido.
Incluso encontré varios archivos de historias que se ha inventado conmigo como protagonista. Escritos de relatos tipo eróticos en el cual me ve como una casada buscona y exhibicionista que no le dice no a nada. Me las descargué todas con la intención de echarles un vistazo con más detenimiento en mi propio ordenador.
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En una de ellas, me descubre siéndole infiel a mi marido, toma fotos, y se aprovecha de ello para chantajearme, forzarme y hacerme suya. En otra, uno de los ligones de su grupo se apuesta que me termina encamando y lo consigue. Hay otra en la que se vale de una droga que le le compra a un africano para tenerme a su merced mientras se sacia con mi cuerpo. Pero las cosas se tuercen y el que me termina tomando es el africano. Cosas así.
Yo sí que sabía que a mi hijastro le gustaba, porque alguna que otra vez lo había pillado mirándome más de lo debido. Pero no había visto nada malo en ello. Total, él es un chico de 16 años que despierta a su sexualidad y yo una mujer de muy buen ver todavía. ¡Pero no me imaginaba que hasta este punto!....Ahora estoy bastante confundida y no sé qué hacer. ¿Dejar que todo siga como tal y esperar a que se le pase?, ¿Hablarlo con él y aclarar que lo sé y que hay cosas que no se deben de seguir dando? ¿Contárselo todo a su padre y que él se encargue?...No sé. Nuestra relación hasta ahora ha ido muy bien y no quiero que por esto empiecen los malos entendidos.....Si a alguna le ha pasado algo parecido, estaré muy agradecida de que compartir vuestras experiencias y consejos. Y si sois hombres, lo mismo.. Gracias.
