Una noche con jaina

Esto paso hace ya varios años. Yo soy del DF pero trabajaba en Toluca y por eso rentaba un apartamento ahí. Vivía solo y gracias a eso tuve muchas y muy excitantes aventuras y encuentros.
Una de ellas fue con mi amiga Jaina Montes. La había conocido apenas unos meses antes, nunca salimos juntos pero nos mandábamos emails de vez en cuando. Ella también vivía en el DF pero empezó a trabajar en Toluca y como a veces salía muy tarde de trabajar; y por eso un día me preguntó si se podía quedar a dormir en mi depa para no tener que manejar de noche hasta el DF.
Ese día yo me fui al gimnasio y al llegar a la casa me metí a bañar, justo cuando salía del baño tocaron la puerta, era Jaina.
Yo me puse rápidamente solo unos shorts de gimnasio limpios y le abrí la puerta, ella entro y estuvimos platicando un par de horas, yo nunca había pensado en tener nada con ella, pero esa noche cuando se hizo tarde y le dije que era hora de ir a dormir, ella me pidió que le prestara un pijama.
Ahí me reí, y le dije:
-No trajiste pijama o algo para dormir. Perdón pero yo nunca uso pijama, siempre duermo desnudo y no tengo nada que prestarte, de hecho pensaba dormir con este short y es lo único que tengo.
Ella se sonrojó mucho cuando le dije que dormía totalmente desnudo, solo había una cama en el pequeño apartamento y supongo que era un hecho que íbamos a compartir cama. Note que ella empezó a preocuparse y me insistió en darle algo para ponerse:
-¿No tienes unos pantalones de gimnasio u otro short o cualquier cosa que yo pueda usar?
-No, perdón pero la verdad no, yo pensé que tú ibas a traer tu ropa. Solo tengo este short que traigo puesto, mis pantalones de gimnasio están sucios, yo sudo mucho en el gimnasio y están todos muy sudados.
-¿No tienes aunque sea alguna camiseta de gimnasio? Jaina insistió
-Tengo, -le dije-, pero no te va a acomodar, son de esas que no tienen mangas y son abiertas de los costados, se te van a salir las tetas de lado le dije riendo porque Jaina tenía unas tetas enormes, era un poco llenita y unos súper melones gigantescos.
Ella me sonrió pero noté que seguía muy nerviosa.
-Mira, le dije, tu sabes que trabajo de saco y corbata, pero no te angusties ¿quieres usar la camiseta que use ayer? No está sucia, solo me la puse para salir al cine ayer, pero no huele mal.
-OK, - me dijo y luego insistió y ¿no tienes algo que pueda usar de pants o shorts?
Yo la veía muy nerviosa, pero noté que sus pezones estaban bien parados, era pleno verano y hacía mucho calor.
-No te preocupes, ¿quieres usar este short? le indique el short que yo llevaba puesto.
-¿Y tú que vas a usar?
-Nada. Iba a usar este short pero si es problema para ti entonces úsalo tú. De todas formas yo prefiero dormir desnudo y ahorita me enrollo una toalla.
En ese momento me metí al baño por la toalla, me quite el short y me enrollé la toalla. Cuando salí ella ya se había quitado toda su ropa y traía solamente la camiseta que yo le había prestado, le llegaba hasta las rodillas porque ella era algo chaparrita. Yo había estado tranquilo hasta el momento, pero cuando vi sus enormes melones a través de la tela blanca de la camiseta, sentí como mi miembro empezó a crecer y presionaba ligeramente contra la toalla que llevaba enrollada.
En ese momento fue cuando todo cambió, ella no sabía disimular y no me quitaba los ojos del cuerpo, principalmente me veía la toalla, como tratando de adivinar cómo me vería sin ella.
Fue entonces que por primera vez me entró la idea de hacer algo con Jaina. Apagamos las luces y nos acostamos, como yo ya estaba caliente me quité la toalla y la aventé al piso, ella me preguntó:
-¿Te quitaste la toalla?
-Si contesté
-¿Estás desnudo?
-Si volví a contestar.
A pesar de tener las luces apagadas había suficiente luz para vernos bien. Yo estaba acostado boca arriba y ella se puso de lado, viendo hacia mí y recostando su cabeza sobre su brazo y este sobre la almohada. Con la excusa del calor, yo me baje la sábana hasta justo arriba de mi miembro ahora ya bien erecto, lo cual hacia muy obvia mi erección.
Jaina empezó a acariciar mi pecho, jugueteando con los vellos de mi pecho y me dijo:
-Wow, eres súper peludo!
-Velludo!, por favor le conteste peludos son los perros!
La verdad si soy muy peludo, algo que les ha llamado mucho la atención a las chicas, pero también quiero mencionar que desde chico he hecho mucho ejercicio y en esas épocas tenía un muy buen cuerpo, abdomen bien marcado y pectoral musculoso.
-Me gusta cómo se siente me dijo mientras jugaba con los vellos de mi pecho.
Tomé la mano con la que me acariciaba mis vellos y la coloqué sobre mi abdomen, forzándola a sentir como se marcaban mis abdominales. Ella no pareció muy impresionada, pero siguió acariciándome el abdomen y me pregunto:
-¿Cuánto tiempo llevas haciendo ejercicio?
-Ya son años.
Ella ya no jugaba con mis vellos, ahora acariciaba libremente mi pecho y mi abdomen con toda su mano, sintiendo y disfrutando las curvas de los músculos. Subía la mano desde mi abdomen hasta mi pecho y de regreso. La situación en ese momento me dio un poco de risa porque mi erección era muy obvia y la luz era suficiente para verla en la noche, sin embargo ella la ignoraba.
-¿De qué te ríes? me preguntó
Yo no le contesté nada, esperé a que su mano llegara lo más pronto posible a mi miembro y cuando estaba a apenas un par de centímetros volví a tomar su mano dándole solo un leve empujoncito hacia abajo y obligándola a tocar mi miembro por sobre la sábana. Ella retiro su mano rápidamente y la subió de nuevo hasta mi pecho, dejando ahora su mano quieta.
-¿Por qué hiciste eso? me preguntó
-Tócame le susurre.
-No contestó.
Yo ya estaba muy caliente, así que me quité la sábana dejando al descubierto mi pene totalmente erecto y me empecé a acariciar solo. Jaina simplemente me miró y preguntó:
-¿Te gusta?
-¿Qué? pregunté - ¿tocarme yo solo? Claro que no, pero ya me pusiste súper caliente.
-Yo!, yo no hice nada!
-Hay!, no te hagas! ¿crees que soy de piedra o qué? ¿crees que esas caricias no provocan nada?
Ella no contestó nada, guardó silencio y volvió a ponerse a juguetear con mis vellos a la altura de mi pecho, estuvo así unos momentos y después otra vez empezó a acariciar con toda su mano todo mi cuerpo, esta vez bajaba hasta mis piernas y subía por los lados hasta mi pecho.
Yo seguía, masturbándome ante su mirada y sus caricias.
-¿Estás disfrutando? me preguntó.
-Si conteste
-¿Te gusta masturbarte?
-La verdad sí, pero me gustaría más que me masturbaras tú.
Ella otra vez no contestó nada, siguió acariciándome el pecho tratando de ignorar mi pene expuesto y erecto. Yo me deje de tocar, doble la almohada y coloque ambas manos detrás de mi cabeza. La verdad estaba disfrutando mucho la situación, yo totalmente desnudo, con mi pene ahí, todo expuesto, erecto e hinchado; la luz de afuera era suficiente para incluso apreciar el detalle de mis venas marcadas y Jaina con esas tetas enormes que se apreciaban claramente bajo la camiseta acariciándome.
Le pregunte a Jaina:
-Pregunta tonta, pero ¿te gusta el sexo?
Ella guardó silencio un par de segundos y contestó:
-Si
-¿Qué es lo que te gusta más? yo pregunté.
-Pues todo, ¿no?... ósea lo típico, lo normal.
-Y ¿Qué es lo normal? ¿o lo típico?
-Pues no sé dijo nerviosa y con una sonrisa ósea sexo.
En ese momento bajo la mano y agarró mi miembro por la base, subió la mano hasta la punta y descendió de nuevo a la base siguiendo hasta mis testículos colocó la mano sobre ambos y les dio un leve apretón, sensual, caliente. Jugueteó con ellos un rato, acariciándolos y haciendo círculos con ellos. Yo solté un suave gemido:
-Mmmmmh..ahh, así.
-Eres muy travieso, ¿sabes? me dijo con una clara sonrisa.
-¿Sí?, yo creo que tú también eres muy traviesa, ¿no crees?
-Mmm - guardo silencio unos segundos- un poco tal vez.
-¿Te gusta mi verga?
-Siempre me has gustado y lo sabes, estas muy buenote.
-No te pregunte de mí, te pregunte de mi verga!
-Si, también, mucho ella contestó.
-¿Te puedo preguntar algo?
-Si
-Me han hecho muchos comentarios de que es muy grande, ¿a ti te parece grande?... yo obviamente no le ando viendo la verga a otros como para tener punto de comparación.
-Si, si es un poquiiiiito grande, pero más que grande es muy gruesa. Se parece a ti, es gruesa, ancha. Nunca había visto una así de ancha.
En ese momento se incorporó sobre sus rodillas, se quitó la camiseta que yo le había prestado, dejando al descubierto sus enormes tetas. Inmediatamente se inclinó sobre mí poniendo sus tetas en mi cara. Al instante las agarré con ambas manos y empecé a darme un delicioso atascón con ellas, las mordía, las besaba, metía mi cara (casi mi cabeza completa) entre ellas. Después empecé a acariciarlas firme pero suavemente, le di un suave mordisco en el pezón izquierdo y ella gimió de placer. Mordía y succionaba sus pezones mientras ella iba subiendo el nivel de sus gemidos y frotaba su concha contra mi miembro aún con el short puesto.
En eso se irguió, en un hábil movimiento se acomodo el short de lado, dejando libre su conchita se metió toda mi verga de un solo sentón. Ya estaba totalmente mojada y eso ayudó a que mi miembro se deslizara dentro de ella con mucha facilidad. Al sentir mi miembro totalmente dentro Jaina gimió y se detuvo un momento.
-Si, es gruesa, me gusta me dijo -.
Inmediatamente empezó a brincar sobre de mi, brusca y rápidamente disfrutando todo el trayecto de mi verga desde la punta hasta abajo y de regreso. Yo me excitaba muchísimo viendo sus tetas enormes rebotando con cada brinco. Después de un rato me empecé a sentir demasiado caliente, mi palo estaba súper duro, pero sentía que las ganas de explotar se hacían inminentes.
-No tengo condón, ya me quiero venir le dije.
Ella inmediatamente saltó fuera de mi palo, como con pánico que me fuera a venir dentro de ella y sin perder tiempo se bajó y me empezó a darme la lamida del año. Por un segundo pensé en voltearla y hacerle el 69, pero quería disfrutar más de esas tetas enormes y tan excitantes
-¿Me haces una rusa? Quisiera venirme en tus tetas. pregunté.
Jaina no me contestó pero accedió al momento, colocó sus tetas sobre mi miembro y empezó las caricias. Ella estaba encima de mí y como se sostenía con sus brazos sobre la cama, no podía sujetar sus tetas, así que le pedí que se acostara boca arriba. Eso fue lo mejor de la noche, yo me coloqué cada una mis rodillas a los lados de ella, quedando mi miembro sobre sus tetas, mientras ella usaba sus manos para juntar sus tetas y presionarlas contra mi miembro. Era hermoso, mi miembro se perdía entre sus tetas y solo la punta salía por encima de ellas y llegaba hasta su barbilla. Le pedí que abriera la boca, para que con cada embestida mi miembro terminara en su boca; ella con una mirada cachonda aceptó y ajustó la almohada debajo de su cabeza para quedar a la altura exacta. Le escena era digna de una película porno, toda mi verga disfrutaba de sus tetas y todavía tenía el premio extra de una lamida muy lasciva dentro de su boca. En pocos minutos no pude contenerme más, aceleré el ritmo y cuando sentí mi miembro explotando de placer de un golpe se la metí toda dentro de su boca. Pensé que ella se iba a ahogar con todo el semen que salía, tal vez incluso hacerse a un lado, pero no fue así, ella aceptó deliciosamente todo lo que le deje ir e incluso siguió lamiendo mi miembro hasta dejarlo totalmente limpio. Entonces ella soltó sus tetas y agarró mi miembro con una mano, lo acercó más hacia su boca y prosiguió a lamerme los huevos, también hasta dejarlos perfectamente limpios. Yo estaba en la gloria, pensé en como retribuir sus favores inmediatamente me bajé hasta su conchita para deleitarme con el sabor de sus fluidos mientras lamia su clítoris ya hinchado pero esa parte la dejaré para otro día.