En respuesta a zahya_9377458
Muchas gracias
muchas gracia,la verdad es que necesito que me recuerden que no es amor,pero lo siento tan dentro que me da miedo .no quiero pensar en el ni en como estara,pero no puedo evitarlo ,solo pensar de que puede estar pasandolo mal me hace sentir mal.me gustaria que me cojiera mania que me od idiase,asi no estaria tan preocupada por pensar que no puede vivir sin mi,como me decia y que le estoy haciendo un daño inmenso.muchas gracias por haberte preocupado y haberme aconsejado
El eligió
Querida amiga:
Estoy segura de que si ese hombre no fuera tu pareja, sino la de una amiga, le aconsejarías que se fuera de su lado y que continuara con la denuncia.
Pero en ti misma no lo puedes hacer ¿sabes por qué? Porque te embarga una culpabilidad desdemedida. No es una culpabilidad que hayas generado tu. Si en vez de tu marido te lo hubiera hecho un desconocido ¿a que seguirías adelante con la denuncia sin miedo?
Durante mucho tiempo él te ha estado culpando de todo, de sus malas reacciones, y además se inventaba historias en las que tú eras responsable. Tus simples costumbres él las veía como desmanes. Tu visión libre, él lo consideraba un despropósito.
Y has estado tanto tiempo andando de puntillas para que no se molestara que ésto, que es un gran paso, te parece una traición.
Sin embargo, si él no te hubiera hecho daño, tú no le habrías denunciado. Esto es acción-reacción. Si no hay acción, no hay reacción. Tan sencillo como eso. Puedes quitar la denuncia si así crees que te vas a sentir mejor, pero más adelante tendrás que poner otra denuncia.
No dejes que la culpa te confunda. Él eligió hacerte daño y tú te estás defendiendo, ni más ni menos. Ni le estás haciendo daño, ni estás hundiéndole en la miseria, ni has decidido hacer infeliz a un ser humano: TE ESTÁS DEFENDIENDO.
Espero que con este argumento, consiga ayudarte a aliviar la culpa. Créeme, la culpa te paraliza y no te va a dejar vivir si no la controlas. Tú no eres la que levantó la mano. Él sólo está sufriendo las consecuencias de sus propios actos, no lo olvides.
¡Animo!
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