Espero que os guste, es el primero que escribo! Ahí va...
"Aquella noche fuimos a cenar los dos a un restaurante. Hacía tres meses que no nos veíamos y el deseo se palpaba en el ambiente.
La cena fue agradable, charlamos y reimos durante un buen rato, como siempre La verdad es que era un placer tenerte de nuevo conmigo, te había echado tanto de menos...!
De repente, todo quedó en silencio. Nos miramos un buen rato, largo, a los ojos, serios. Y te observé. Me mirabas con esos preciosos ojos admiraba esos labios que me habían matado de placer tantas veces, carnosos, suaves observé tus manos apoyadas en la mesa Esos dedos prodigiosos. Y recordé su suavidad cuando recorrías mi cuerpo desnudo con ellos. Me mordí los labios y me sonreiste. Sabías en qué estaba pensando, y yo sabía que tú estabas haciendo lo mismo. Quisiera hacerte el amor ahora mismo... me dijiste, y yo me volví loca. Quería verte desnudo otra vez, quería sentirte en mi cuerpo.
Pagamos la cuenta y nos marchamos. Al meternos en el coche, comenzamos a besarnos y a manosear al otro por encima de la ropa. Te deseo te susurraba, mientras empezabas a meter tu mano por debajo de mi falda. Pero te paré. Quería llegar a casa, quería hacer el amor como todas aquellas veces. Arranqué el coche y te sentía respirar fuerte Estabas muy excitado, y yo también. Acariciabas mis muslos con tus manos y a veces te acercabas para comerme el cuello a besos.
Por fin llegamos a casa Aparcamos el coche en el garaje y subimos por el ascensor. No podíamos frenar el deseo, estábamos ardiendo y necesitábamos del otro, llevábamos mucho tiempo sin sentirlo Nos apoyamos contra una de las paredes del ascensor, pegando nuestros cuerpos, besándonos con pasión. Yo sentía tu respiración agitada, me excitaba tanto sentir tu deseo Nuestras lenguas jugueteaban, nuestros labios se humedecían y yo sentía tu pene cada vez más duro en tu pantalón. Llegamos a nuestra planta y salimos del ascensor, hasta nuestra puerta. La abrí mientras tú me agarrabas por la cintura y olisqueabas mi pelo. Entramos y fuimos directos a la habitación.
De pronto, todo se paró. Estábamos uno enfrente del otro, observándonos, haciendo memoria, recordando todas aquellas veces que habíamos hecho el amor en aquella cama, entre esas sábanas, Me acerqué a ti, despacito, levanté mi mano y acaricié tu cara. Te besé con mis labios y desabroché los botones de tu camisa, uno a uno, despacio, muriendo cada vez que veía un trocito más de tu piel. Recordaba tu aroma, pero quería volver a sentirlo. Terminé de quitártela y tú seguidamente me quitaste la camiseta a mí, despacito también. Parecíamos niños a punto de hacer el amor por primera vez Desabroché tu pantalón y lo dejé caer, dejando ver tu calzoncillo y la enorme erección que se escondía tras él Tú hiciste lo propio y me quitaste la falda, las medias, me dejaste en ropa interior. Entonces te acercaste a mí y me besaste con pasión, mientras me desabrochabas el sujetador, deslizándolo por mis brazos hasta dejarlo caer en el suelo. Nos juntamos mucho, quedando pegaditos y yo me excitaba de sólo sentir tu cuerpo. Me guiaste hasta la cama y me hiciste sentar en el borde. Te agachaste y me besaste la boca, el cuello mientras con tus manos acariciabas mis piernas suavemente, hasta abrirlas. Entonces, te arrodillaste y comenzaste a besarme los muslos, por dentro, despacito. Lamías cada trocito de mi piel, y yo me extremecía de placer. Y llegaste hasta mis braguitas. Estaba muy mojadita y tú lo notabas Acercaste tu boca y me besaste ahí, justo encima de mi sexo. Con tus manos, acariciaste un rato más mis muslos, hasta llegar a las tiras de las braguitas y tirar de ellas, para quitármelas y dejarme así completamente desnuda. Me pediste que me tumbase en la cama y así lo hice. Me abrí de piernas sólo para ti Te acercaste de nuevo y me echaste todo tu aliento caliente entre mis piernas, para después llevar tu mano y acariciarme todo el Sentía tus dedos recorrerme y eso me excitaba muchísimo. Después, comenzaste a lamerme. Notaba tu lengua pasar por mi clítoris, moviéndose, acariciándome, matándome de placer. Qué delicia Al de un rato, la bajaste para meterla en mi vagina. La sentía entrar y salir, húmeda y suave, y yo no dejaba de gemir de puro gusto. Acariciaba mis pechos, mientras notaba como mis pezones se endurecían. Volviste con tu lengua a mi clítoris, pero esta vez llevaste un dedo a mi vagina, y me lo metiste suavemente, una y otra vez Después otro más y yo sabía que si seguías, iba a correrme de un momento a otro. Así que te hice parar y te pedí que te acostases. Quería hacerte lo mismo, quería hacerte sentir lo que tú me hacías sentir Agarré tu pene y comencé a masturbarte con mis manos, mientras observaba tu cara de excitación. Estaba bastante duro y notaba como iba endureciéndose más y más a medida que yo te tocaba. Agaché mi cuerpo y empecé a recorrertelo con mi lengua, de arriba a abajo. Cuando estaba ya bien bien húmedo, metí tu glande en mi boca y comencé a chupártelo, bajando cada vez más mi boca por todo tu pene. Sabía que te encantaba, porque podía notarlo crecer en mi boca. Mientras, acariciabas mi pelo. Escuchaba tus gemidos, roncos. Me encantaba Fue entonces cuando me pediste que te pusiera mi ... sobre tu cara, que querías hacermelo mientras yo te lo hacía a ti Nos comíamos el uno al otro
Al de un rato ya no lo soportaba más y me aparté. Me di la vuelta y puse una pierna a cada lado de tu cuerpo. Cogí tu pene y lo recorrí por todo mi ... acariciándome el clítoris con tu glande, jugueteando con él, introduciéndolo un poquito en mi vagina para luego volver a sacarlo Haciéndonos sufrir. Y sin que te lo esperases, hice que me penetrases. Bajé mi cuerpo poco a poco, sintiendo como se deslizaba y entraba en mi vagina, hasta el fondo. Era delicioso sentirte dentro de mí. Empecé a moverme, despacio, notando como el placer iba aumentando. Me encantaba estar arriba, moviéndome. Primero de abajo hacia arriba, después de atrás hacia delante Sentía tu pene deslizándose, entrando y saliendo, tan caliente y duro Cambiamos de posición, sentándote tú en la cama y yo sobre ti. Acercabas tu boca a mis pechos y me los chupabas, lamías mis pezones, los mordisqueabas Me volvía loca y el placer no hacía más que aumentar. Entonces bajé mi mano y comencé a acariciarme el clítoris, mientras aumentaba el ritmo de la penetración. Notaba nuestros cuerpos ardientes, frotándose entre ellos Gemíamos de placer .
Hicimos un último esfuerzo, para corrernos por fin a la vez, sintiendo todo tu semen dentro de mí. Los suspiros y jadeos se escuchaban por toda la habitación Fue un orgasmo intenso, que se sintió en cada trocito de mi cuerpo Y sé que también lo fue el tuyo. Nos miramos Nos acostamos, desnudos todavía, sin poder separarnos. Nos besamos durante un largo rato, acariciando nuestros cuerpos con suavidad, con amor, con ternura Hasta quedarnos completamente dormidos, abrazados, enamorados."
