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La convivencia en el primer més: luna de miel o prueba de fuego.

Última respuesta: 11 de julio de 2005 a las 15:30
S
seloua_6283641
10/7/05 a las 23:20


Todos pensamos, a priori, que el primer més de convivencia con nuestra pareja ha de ser como vivir en la luna (de miel).

¿Que piensan de eso los que han pasado por ello?

¿Que consejos pueden aportar para no estrellarse en el intento?

¿Es una prueba de fuego donde se ponen las bases futuras?

¿Y los que no: como se imaginan que debe afrontarse la convivencia?

¿Cuales son las claves?

Al parecer existe un porcentaje significativo que no lo superan.

Barra libre para opinar sobre el tema.

Besos a tod@s.

Ver también

S
seloua_6283641
10/7/05 a las 23:31

Claves.
Claves para superar el primer mes

Por fin vais a dar el gran paso, os queréis, tenéis toda la ilusión del mundo, pero ¿estáis preparados? Vivir con otra persona requiere un período de adaptación que no todas las parejas superan. Te damos todas las claves para que tú sí lo consigas.

Si lleváis un tiempo saliendo, las cosas van bien y ambos sentís la necesidad de dar un paso más, no os lo penséis más: iros a vivir juntos.
Alargar este paso demasiado o forzar al otro miembro de la pareja a hacerlo sin estar plenamente convencido, puede desembocar en desastre. Dando por hecho que es una decisión mutua y muy deseada, no está de más tomar ciertas precauciones para que todo salga bien.
El primer mes es crítico, son tantas las novedades respecto a la convivencia que en algunos momentos puedes tener ganas de tirar la toalla. Pero no pienses que te has equivocado, los noviazgos son la parte más cómoda de una relación.
Si antes, cuando discutíais, cada uno se iba a su casa, ahora tenéis que dormir juntos. Si antes tenías la comida hecha y la ropa lavada en casa de tus padres, ahora os toca hacerlo a vosotros...



Hablar, hablar y hablar
La clave para superar el tiempo de adaptación está en establecer desde el principio unas normas respecto a la casa, en pactar sobre el espacio y el tiempo que cada uno necesita para sí mismo, en motivarse cada día para mantener vivo el amor, y en hablar, hablar y hablar sobre todas las dificultades que vayan surgiendo.
Para que lo tengas más fácil, te hemos preparado una lista con los puntos conflictivos con los que toda pareja suele enfrentarse en la convivencia, y la mejor solución. Toma nota.

Período de ajuste
Los psicólogos y terapeutas de pareja llaman a este momento período de ajuste. Hay parejas que no pasan por él porque desde el principio se acoplan de forma natural, pero a otras les cuesta mucho compartir con otra persona un espacio que antes era sólo suyo.
Encontrarse la cocina sucia o la ropa del otro siempre tirada puede ser muy molesto para ciertas personas, por lo que los terapeutas recomiendan esforzarse en los hábitos de limpieza cuando se pretende vivir con otra persona.
Lo importante es mantener el buen ambiente y evitar los agravios o las desconsideraciones. No hay que tenerle miedo a los desencuentros ni las crisis, sino intentar utilizarlos para fortalecer la relación. Lo importante es desarrollar y mantener siempre unas buenas habilidades de comunicación.
Lo que debes tener claro es que en una pareja la relación debe ser de igual a igual. Hay que poner los pies en la tierra y olvidarse de las nefastas relaciones de amar sin límites y dar sin esperar nada a cambio. Ambos miembros de la pareja deben dar y recibir equitativamente para que la relación funcione.
Nuestra pareja también debe estar informada de lo que queremos, esperamos o necesitamos. Según los expertos, es una equivocación de muchas mujeres pretender que sus parejas se adelanten a sus deseos, lo que les provoca frustración y conflictos. Si necesitamos consuelo, cariño o atención hay que pedírselo a la pareja.


Lo mejor es, quizá, tener una cuenta corriente a medias y otra por separado, individual.

En cuestiones de dinero...
Las cuentas siempre muy claras. Antes de iros a vivir juntos tenéis que hablar sobré cómo vais a gestionar vuestra economía doméstica: si vais a tener una cuenta conjunta o si ambos ingresaréis una cantidad fija al mes para los gastos de la casa. Esto evitará que surjan roces si un miembro de la pareja aporta más que el otro o si piensa que se utiliza la cuenta de la casa para cosas inapropiadas.
La mejor solución puede ser que tengáis una cuenta a medias pero que cada uno también pueda disponer de su dinero para sus cosas o sus caprichos (¡nunca te vayas de compras con la tarjeta de la cuenta común!). De todas formas, cada pareja debe encontrar su propia forma de gestionar su economía, lo importante es tenerlo claro antes de iros a vivir juntos.
Si uno de los miembros de la pareja no aporta ingresos, será mucho más importante que la economía se gestione con sentido común, aunque te aconsejamos que intentes conservar siempre que puedas tu independencia económica. Si os habéis casado, opta por la separación de bienes, os evitará muchos problemas en el futuro.



Reparto de tareas
Aunque te parezca mentira, éste es uno de los puntos que provoca mayores fricciones e incluso rupturas en una pareja. Nuestro consejo es que nunca te vayas a vivir con un hombre sin haber pactado antes el reparto de tareas.
Al principio, puede que te haga ilusión planchar sus camisas, pero al mes puedes estar harta de recoger su ropa sucia y limpiar siempre tú la casa. Y, por supuesto, no caigas nunca en el error de hacer las cosas por no tener la casa sucia; él necesita ver que las cosas no se hacen solas. Tampoco repartas injustamente las tareas a su favor porque no sepa hacer las cosas, a ti tampoco te enseñaron.
Si ambos trabajáis mucho y os lo podéis permitir, contratad a alguien, puede ser la mejor opción. Pero recuerda que siempre habrá cosas que hacer y no te corresponden a ti sólo por ser mujer.

No te conviertas en su madre
Éste es un error en el que caen muchas mujeres. De novias divertidas pasan a convertirse en madres aburridas. No le digas lo que tiene que comer, lo que tiene que ponerse o cómo debe comportarse, ya lo lleva oyendo toda su vida, lo que quiere es una pareja.
Está bien que te preocupes por él, pero sin llegar al extremo de la sobreprotección. Sois adultos y cada uno puede responsabilizarse de su salud y sus obligaciones. Si adoptas esta actitud, acabará aprovechándose de ti, delegando cada vez más responsabilidades y la culpa será solamente tuya.
Por no hablar de lo poco atractivo y motivante que resulta vivir con una mujer que se parece a la propia madre. De ti depende que siga comportándose como un niño o se convierta en un hombre.

Respetad vuestros tiempos y espacios
El hecho de que os vayáis a vivir juntos significa que vais a pasar muchísimo más tiempo juntos que antes. Por eso es muy importante que sepáis respetar el espacio y la independencia del otro. Esta cuestión debéis hablarla y llegar a pactos, puesto que no siempre un miembro de la pareja es tan independiente como el otro.
Si a él le gusta salir de vez en cuando con sus amigos, no le pongas problemas, siempre se volverá en tu contra. Sé inteligente y déjale respirar, tendrá más ganas de estar contigo si sabe que puede disponer de su libertad cuando quiera. Y si eres tú quien necesita más espacio propio, no renuncies nunca a tu tiempo por él, siempre saldrás perjudicada.
Hacer cosas por separado y compartir parte de vuestro tiempo con otras personas enriquecerá vuestra relación, hará que tengáis más ganas de veros y más cosas que contaros. Intentar tener a tu pareja siempre a tu lado por miedo, celos o inseguridad os acabará destruyendo.


Si no quieres que tu suegra se entrometa en tu vida, nunca te vayas a vivir cerca de ella.

Las respectivas familias
La cuestión de la familia política es muy delicada y debes tenerlo claro desde el principio. Lo mejor es no meterse en temas familiares ni opinar. Si le quieres a él tendrás que aceptar a su familia. Jamás intentes ponerle en contra de los suyos ni le pongas inconvenientes cuando quiera ir a verles.
Lo ideal es repartir equitativamente las visitas conjuntas a ambas familias y que cada uno de vosotros vaya a ver a los suyos siempre que quiera. Pero tampoco os paséis la vida en casa de vuestros padres, ahora vosotros sois los adultos y debéis formar vuestra propia familia, con vuestras propias normas, gustos y prioridades.
Los hombres suelen estar muy unidos a sus madres, así que si no quieres que tu suegra se entrometa en tu vida, nunca te vayas a vivir cerca de ella. Pero tampoco de tu madre, asume que al irte a vivir con tu pareja dejas de ser una niña. Y aunque os tiente mucho, lo de llevarle la ropa sucia a las madres o llevarse los tupper ware de su casa, no es muy propio de dos personas adultas.



Amigos siempre en casa...
Ahora que os vais a vivir juntos puede que aparezcan habitualmente en casa un montón de amigos dispuestos a ver el fútbol, hablar de cotilleos, quedarse a dormir o a comer...
Si nunca habíais vivido fuera de la casa de vuestros padres, puede que de repente os apetezca hacer todas las cosas típicas de amigos en un piso compartido. Pero no os confundáis, vuestra casa no es un piso de solteros, sino de una pareja, y tendréis que poner límites a vuestras amistades.
Por supuesto, ambos debéis respetar que el otro invite a sus amigos a casa (no les pongas nunca malas caras ni discutas con él delante de sus amigos). Pero no consientas que se pasen la vida allí, y muchos menos que luego te toque a ti recoger y limpiar el desorden que hayan dejado.

Frecuencia sexual
Muchos hombres se quejan de que al irse a vivir con sus parejas la frecuencia sexual disminuye drásticamente. Y llevan razón, ellos siguen manteniendo su demanda biológica mientras nosotras nos acomodamos o nos volvemos perezosas.
¿Por qué? Normalmente una mujer se rige sexualmente por la sorpresa, el misterio, el juego de la seducción, la pasión, cosas que se pierden en gran medida al ver diariamente a la pareja. Por ello, debes esforzarte en practicar sexo de forma habitual, ya que mientras más lo hagas más predispuesta estarás.
Además, los hombres también se quejan de que empiezan a interesarnos más las tareas domésticas que el sexo. Y muchas veces llevan razón. Pero lo que no saben es que esto suele ser debido a un injusto reparto de las tareas domésticas. Las dobles jornadas a las que estamos sometidas muchas mujeres nos hacen estar agotadas al llegar a casa, por lo que si éste es tu caso, habla con tu pareja para que haga más en casa.
Pensar en el sexo, ver pelis eróticas, preparar encuentros especiales, acariciaros mientras estáis viendo la tele, ducharos juntos e incluso proponeros hacer el amor todas las noches... Todo sirve.

Tenéis un compromiso
Aunque no os hayáis casado, tomar la decisión de iros a vivir juntos supone un compromiso. Ambos debéis tener claro y asumir que ya no podéis seguir llevando vida de solteros. Ahora las cosas las decidís en pareja y debéis tener en cuenta al otro antes de actuar.
Tendréis que limitar actividades que antes hacíais libremente como solteros para darle prioridad a vuestra relación. Aunque seáis personas muy independientes, tenéis que asumir que ahora funcionáis en pareja y que el otro no debe quedarse solo o sentirse apartado por vuestros deseos. Incluso para hacer cosas por separado, tenéis que hablarlo y estar de acuerdo ambos.
Vivir en pareja requiere responsabilidades y obligaciones. Ten claro que ahora vives con él y no sería normal que no aparecieras a dormir o hicieras planes sin que él lo supiera. Y si esta situación se da, tenéis el derecho de pedirle explicaciones a vuestra pareja.


Diez reglas de oro
Sé tolerante con tu pareja, piensa que para él también es todo nuevo.
Habla con él antes de estallar, perder los nervios no solucionará las cosas.
No le digas las cosas regañándole, utiliza la psicología y conseguirás el doble.
No duermas fuera de casa cuando discutáis, ahora vives con él.
Respetad vuestros espacios y tiempos dentro de la casa.
No cotillees nunca sus pertenencias, empezarás a ver cosas donde no las hay.
En la decoración de la casa, cuenta también con su opinión.
No le hagas chantaje emocional, a la larga se volverá en tu contra.
Reconoce tus errores y discúlpate cuando te hayas equivocado.
No te dejes abatir por las discusiones, también pueden ser constructivas.





E
emilse_8617933
11/7/05 a las 12:16

Un buen manual
De obligada aplicación.
Muy bien expuesto y resumido.
Saludines

S
seloua_6283641
11/7/05 a las 15:03

Siempre es mejor dedicar el tiempo a eso
QUE NO APORTAR MAS QUE CRITICAS RIDICULAS A LOS DEMAS, NO?. CADA UNO ES LIBRE DE HACER CON SU TIEMPO Y CON APORTACION AL FORO LO QUE MEJOR SE LE DÉ. YA TE ESPERABA Y NOS VEREMOS MAS VECES; BIEN PENSADO NO ES TAN NEGATIVO LO QUE TU HACES¡¡¡¡ MIRA, ME ACTULIZAS LA CHARLA.
TODO POR LA SUPERACION PERSONAL, TU NO EVOLUCIONAS

S
seloua_6283641
11/7/05 a las 15:06
En respuesta a seloua_6283641

Siempre es mejor dedicar el tiempo a eso
QUE NO APORTAR MAS QUE CRITICAS RIDICULAS A LOS DEMAS, NO?. CADA UNO ES LIBRE DE HACER CON SU TIEMPO Y CON APORTACION AL FORO LO QUE MEJOR SE LE DÉ. YA TE ESPERABA Y NOS VEREMOS MAS VECES; BIEN PENSADO NO ES TAN NEGATIVO LO QUE TU HACES¡¡¡¡ MIRA, ME ACTULIZAS LA CHARLA.
TODO POR LA SUPERACION PERSONAL, TU NO EVOLUCIONAS

Ahora caigo,
..PERDON (MORENA TONTA, LENTA Y PEREZOSA) DE AHI TU NICK: LLEGAS "TARDISIM@"

S
seloua_6283641
11/7/05 a las 15:30
En respuesta a seloua_6283641

Ahora caigo,
..PERDON (MORENA TONTA, LENTA Y PEREZOSA) DE AHI TU NICK: LLEGAS "TARDISIM@"

Por si no queda claro.
.. LA MORENA TONTA, LENTA Y PEREZOSA SOY YO, TU YA ME ENTIENDES TARDISIM@ (ES QUE TODO LADRON SE CREE....)

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