Cuentan que hace mucho tiempo vivía en la zona campesina de Chile una pareja de esposos ya muy ancianos, de extrema pobreza, no habían tenido hijos y vivian solo de la caridad de la gente de la aldea, cada día salia él al mercado con la esperanza de conseguir alguna cosa para comer en la noche junto a su amor, su único tesoro era una vieja pipa de madera que hacía mucho tiempo no veía el tabaco pero él se la colgaba en la boca, para espantar un poco el hambre del día.
Ella se sentaba a media mañana en la entrada de la choza que habitaban y peinaba mil veces su largas trenzas, su máximo tesoro y su orgullo, sin embargo, el pelo blanco y largo hací mucho que no conocia algun peine, pues el último que había tenido hacía ya mucho que se había destrozado y ya no pudo conseguir otro. Al ponerse el sol llegaba él con algún paquetito de frutas que alguien le había regalado, asi era el día a día.
Llego el día del aniversario de bodas, y él salio como cada mañana temprano pensando qué le regalaría a ella, nada tenía y su dia se veía negro. Por su parte ella se sento en la puerta de la casita pensando como celebrar sino había con qué.
Sin embargo al llegar la tarde él llego con un pequeño paquete que le dio con un suave beso en la frente --feliz aniversario-- ella saco de debajo de la sillita también un paquetito que le entrego con una gran sorisa.
Al abrir cada uno su regalo, ser miraron y sallozaron en silencio disfrutando del gran amor que se estaban demostrando.
Ella había vendido sus trenzas y le había comprado un atadito de tabaco para la pipa de él, en cambio él había vendido su pipa y le había comprado un hermoso par de peines para las trenzas de ella.
Así debe ser nuestro amor, solo DAR sin compararlo con lo que nuestra pareja esta dando.
Un beso.