Todos dan por hecho que el que más sufre al terminar una relación es el dejado. Yo no lo niego pero.. ¿qué pasa con el otro?
Si alguien sufre con respecto a su pareja o ex, se entiende que éste es el no correspondido.
Cuando uno corre como alma que lleva el diablo, se da por sentadísimo que es detrás de alguien, no delante.
¿Qué pasa con el perseguido, el acosado, el que huye?
Imposible acercarse a nadie sin que aparezca quien fue dejado, imposible cumplir un sueño sin que interceda, imposible un proyecto sin que él participe, imposible una vida sin él, porque se alejan y ellos se acercan, se esconden y ellos les encuentran, corren y ellos los alcanzan, intentan vivir y ellos... los matan. Es que ¿acaso las ideas suicidas asoman sólo a la mente del que fue dejado? ¿acaso deben las personas renunciar a una vida con tal de que el otro no sufra? ¿acaso sólo se comprende al abandonado? Y cuando harto de correr y correr uno de repente decide parar y decir "se acabó, si mi vida ha de ser tuya prefiero no vivirla" eso... en qué cabeza cabe ¿verdad? lo lógico es pensar "ay pobre, no podía vivir sin él" pues no señores, no podía vivir sin él, porque no se le daba tal libertad.
Y para más inri te tachan de insensible, claro. Somos robots sin sentimientos, eso es. Robots insensibles que piensan por y para ellos, hasta el mismísimo fin de sus días.
Que sí, que quien más se queja es quien más sufre. Y quien más llora a quien más le duele. Eso hemos aprendido.
