Dos amores

"Dicen que a lo largo de nuestra vida tenemos dos grandes amores; uno con el que te casas o vives para siempre, puede que el padre o la madre de tus hijos... Esa persona con la que consigues la compenetración máxima para estar el resto de tu vida junto a ella...

Y dicen que hay un segundo gran amor, una persona que perderás siempre. Alguien con quien naciste conectado, tan conectado ... que las fuerzas de la química escapan a la razón y les impedirán,siempre, alcanzar un final feliz. Hasta que cierto día dejaras de intentarlo, Te rendirás y buscaras a esa otra persona que acabaras encontrando.

Pero te aseguro que no pasarás una sola noche sin necesitar otro beso suyo, o tan siquiera discutir una vez mas...
Todos saben de qué estoy hablando, porque mientras están leyendo esto, se les a venido su nombre a la cabeza.

Te libraras de él o de ella, dejarás de sufrir, conseguirás encontrar la paz (la sustituirás por la calma) pero te aseguro que no pasará un día en que desees que este aquí para perturbarte.

Porque a veces se desprende mas energía discutiendo con alguien que amas que haciendo el amor con alguien a quien aprecias."

Este texto de Paulo Coelho podría resumir brevemente mi historia.

Todo comenzó hace algo más de cinco años. Una noche conocí a un chico (llamémosle Álvaro) y sé que resulta extraño, pero desde el primer momento supe que iba a ser especial.

Esa noche hubo cuatro besos y empezamos una muy buena relación como amigos y pocos días más tarde empezamos a salir su grupo de amigos y mis amigas.

El tiempo pasaba y yo cada vez me enamoraba más de él, pero él me consideraba una muy buena amiga y no sentía nada más. Llegué incluso a ayudarle con la chica que le gustaba, solamente para verle feliz.

Así pasamos dos años, hasta que un día se decidió y me dijo que tras pensarlo mucho, casi un año, estaba seguro de que me quería y quería estar conmigo.

Así empezó nuestra relación, algo que juraba por cualquier cosa que iba a durar para siempre. Era la persona más feliz del universo, lo tenía todo. Además como novio era lo que siempre había buscado en un chico: cariñoso, detallista, divertido... Así pasamos el mejor verano de nuestras vidas, sin querer separarnos ni un solo minuto.

El problema llegó al comenzar el curso. Empecé a ver una faceta suya que me llegó a dar miedo. Me hizo depararme de algunas amigas, dejar de hablar a chicos con los que había estado, y si no hacía lo que él quería los enfados eran muy fuertes.

Y yo, como una idiota enamorada le hacía caso. Me creía todo lo que me decía y le dejaba hacer conmigo lo que quisiera. Pero todo esto me daba igual cuando me venía con sorpresa que no os podéis imaginar.

Lo dejamos en dos ocasiones, pero sabiendo que al final volveríamos porque estaba claro que estábamos hechos el uno para el otro. Pero cada vez había más cosas malas y menos buenas.

Llegó un momento en que, tras volver de una ruptura, ya no era lo mismo. No sentíamos lo mismo, por lo que se acabó definitivamente, pero él siempre me dejó claro que en el momento que besara a otro chico no habría vuelta atrás.

Mientras estaba con Álvaro conocí a muchos chicos, unos más interesantes que otros, pero ninguno consiguió llegar a mi corazón.

Bien, pues aquí aparece mi segundo amor. Una noche de fiesta conocí a un chico muy mono y que parecía muy simpático y unos días más tarde nos liamos y la cosa estaba yendo a más. Hablábamos y me parecía un chico genial (a este llamémosle David). Cada vez me iba gustando más y me hacía olvidar a Álvaro, pero éste, sin saber nada de la existencia de David, se dio cuenta de todo lo que me quería y empezó a luchar por mi como nunca antes lo había hecho. Él estaba fatal, llamándome con ataques de ansiedad, lo que me hacía imposible contarle nada.

La cosa con David iba a más y yo estaba super ilusionada, creyendo que había olvidado a Álvaro por completo.

Como le veía tan mal, quedé con Álvaro algún que otro día, y sin saber lo que sentía lo besasba y le di falsas esperanzas, no quería perderle porque pensé en la frases "no dejes a quien te ama por quien te ilusiona". No quería cometer el error de perderle para siempre por si lo de David era una simple ilusión del momento.

Así pasaron unos meses hasta que ya no pude aguantar así y le conté a Álvaro que estaba conociendo a otro chico. él me dijo que le daba igual, que iba a luchar por mi hasta que besara a otro.

Entonces finalmente acabé por contarle todo. Os podéis imaginar cómo le sentó.

Ambos hablaron y obviamente me mandaron a ya sabéis donde. Eso sí, cada uno a su manera. Álvaro diciéndome que no me volvería a hablar nunca, que era mala persona (y cosas bastante peores) y David me dijo que no me guardaba rencor pero que no podía estar conmigo.

Luché por David porque vi lo buena persona que era y pensé que eso era lo que necesitaba, estabilidad y que me traten bien.

Al final acabé consiguiendo que me perdonará y empezamos una relación que iba sorprendentemente bien. Mis amigas le adoraban, mi familia también, nadie me hablaba mal de él...

Llegó septiembre y Álvaro de fue de erasmus, cosa que David hará en febrero.

Pensé que Álvaro estaba totalmente olvidado, a pesar de que se me pasara por la cabeza más de una vez al día.

Con David las cosas iban genial, apenas discutíamos y me trataba como yo creía que me merecía.

Llego su erasmus, cosa que superamos pero empeoró muchísimo la relación. Me volví muy celosa y no estuvo en momentos que le necesitaba, ya que no podía.

Y ya llega julio, cuando ambos vuelven.

Las cosas con David no mejoran, hay muchas broncas pero casi siempre procedentes de mí, le exijo mucho y no sé por qué.

Y bueno, a lo que voy. El volver a ver a Álvaro no fue como esperaba. Me han vuelto todos los recuerdos buenos que viví con él, pienso en él cada momento, a pesar de que esté continuamente depreciándome por redes sociales.

Mi dilema creo que ya sabréis cuál es. No es una opción el volver con Álvaro ya que no me habla desde aquel día, pienso que me odia (aunque sí que sé que piensa en mí).
La duda es que no sé que hacer con David, le quiero mucho pero me siento muy mal cada vez que pienso en Álvaro y le echo de menos.

Si alguna ha llegado hasta aquí siento haberos dado tanta chapa pero necesitaba desahogarme